TEJIENDO SUEÑOS Y REALIDADES
En este camino aceptamos el reto de ser personas autónomas, en permanente búsqueda para participar en la dinámica social al estilo Jesús; nos sentimos invitadas a vivir, seguir y recrear constantemente, al impulso del Espíritu, el compromiso solidario y misericordioso con las mujeres explotadas sexualmente.
Tras un proceso serio y consciente, algunas mujeres deciden abandonar la prostitución y emprender caminos hacia condiciones de equidad y reciprocidad, aunque esto les suponga hacer frente a vivir con menores ingresos, a la discriminación, marginación y exclusión social que puedan experimentar.
Ellas son conscientes que en su empeño no cuentan con apoyo del Estado porque este es incapaz de ofrecerles condiciones mínimas que permitan su desarrollo humano; faltan oportunidades para generar proyectos de vida, la debilidad del sistema gubernamental colombiano es tal que las ha convertido en personas vulnerables, en contexto de estrechez, desigualdad y falta de oportunidades.
Se apoyan pequeños emprendimientos: sastrería, local comercial, peluquería; cuando poseen conocimientos técnicos y profesionales, además poseer herramientas adecuadas para garantizar la continuidad en el tiempo y las habilidades necesarias para alcanzar los objetivos planteados, con el compromiso de compartir la experiencia con otras mujeres vinculadas al proyecto.
Estos emprendimientos suscitan el reconocimiento y despliegue de sus capacidades personales, favorecen la independencia económica mediante la generación de recursos que les permiten mejorar sus expectativa, calidad de vida y la de sus familias, de forma que impulsan la integración social y apoyan el reconocimiento personal, la autonomía y el empoderamiento. Igualmente se conceden becas para formación técnica y profesional a mujeres que tienen capacidad para realizar estudios en áreas de salud, farmacia, vigilancia, de forma que se prevea que al terminarlos con éxito se incorporen laboralmente y con ello mejoren sus condiciones vitales y familiares.
En el espacio Entretejiendo sueños y realidades se adoptan las siguientes opciones metodológicas:
Proceso: Se concibe esta etapa como un conjunto de fases sucesivas, emprender un nuevo camino venciendo obstáculos, prejuicios sociales, carencias económicas, dificultades que se presenten y desarrollando a su vez capacidades que ayuden a lograr los objetivos que se va proponiendo hasta llegar a ser una mujer libre, que ha superado el miedo, sabiendo que pase lo que pase siempre hay una nueva oportunidad
Personal: Cada mujer es dueña de su propia historia, experimenta su condición humana femenina y emprende el proceso desde todas las dimensiones de su vida para avanzar en el desarrollo progresivo de habilidades, opciones e integrarse activamente en el grupo social
Integral: Tiene en cuenta a la mujer en su totalidad, abarca su vida entera que requiere de información y formación que dinamicen su realización a todo nivel: Humano, cultural, espiritual, social y económico. Experiencial: La mujer se experimenta como persona digna de respeto, con libertad para decidir por sí misma, desde el inicio diseña su propia vida por caminos que se irán configurando poco a poco.
Unificado: Es un proceso en equipo y su familia cumple un papel importante. La mujer vive momentos difíciles por la pérdida del poder adquisitivo, la dificultad de insertarse en el mercado laboral y obtener el sostenimiento de sus hijos, se siente sola en este proceso, le es difícil hacer frente a la vida por la falta de vivienda y trabajo.
Simultáneo: Trabaja a un mismo tiempo los diversos niveles y dimensiones del ser humano en su contexto: atiende a su salud, bienestar en todos los aspectos, espiritualidad, capacitación, formación académica, solución de conflictos y adecuado manejo de sus emociones y vida afectiva.
Creyente: La fe en sí misma y en Dios permite a la mujer desarrollarse, crecer, arriesgarse y explorar nuevos caminos, ser la protagonista de su propia vida dirigir sus pasos entre sueños y realidades, avances y retrocesos, alegría y tristezas, pero con la certeza de que ha nacido de nuevo.